COLECCIÓN DE NOVELA HISTÓRICA NAVAL
“UNA SAGA MARINERA ESPAÑOLA”
LUIS DELGADO BAÑÓN
Ideas
generales y objetivos de la Saga
La novela histórica naval es un género dominado por completo hasta el
momento por escritores británicos. Nombres como Conrad, Forrester y, más
actuales, O´Bryan, Kent, Pope, y un
generoso número siguen la misma táctica:
escribir una obra ambientada en los años de mayor eficacia naval britana,
segunda mitad del XVIII y primer cuarto del XIX. Sin excepción siguen la línea
de no tener en cuenta, a veces de forma vergonzosa, un mínimo rigor histórico y
marinero. Inventan batallas, buques y nombres, al tiempo que consideran a todo
aquel no nacido en las Islas británicas como un perfecto indocumentado en el
arte de la guerra naval. Y de esta forma han vendido y venden millones de
ejemplares. Aunque en mi opinión nunca hemos llegado a definir correctamente lo
que es la novela histórica, para mí estos británicos producen lo que entiendo
como historia-ficción.
La única serie española de este género aparecida hasta la fecha es la
mía. Con “Una Saga Marinera Española” intento mostrar los momentos principales
de la Armada desde la segunda mitad del XVIII, su momento de mayor poder naval,
hasta la Guerra Civil. Me he impuesto como norma ineludible presentar un rigor
histórico absoluto, incluso cuando nos vinieron mal dadas y ofrecimos la peor
de las caras, como en el vergonzoso combate de San Vicente (volumen octavo). Es
posible que dicha tarea me sea más sencilla porque he dedicado muchos años a la
investigación histórica naval. De todas formas, no es difícil ceñirse a la
realidad si consultamos nuestros magníficos archivos, donde podemos encontrar
hasta el más mínimo detalle, con los nombres de cualquier dotación desde el
comandante del buque hasta el último paje de escoba o criado particular.
Para novelar esos tres siglos me baso en las diferentes generaciones de
una familia entroncada en la Armada, los Leñanza, una condición muy habitual en
la Institución donde he servido cincuenta años. Se trata de los únicos
personajes de ficción en mis obras. Comenzó el primero de la Saga como galeote,
para continuar con su hijo de guardiamarina, después de haber falsificado el
necesario expediente de limpieza de sangre. Este segundo miembro muere en
Trafalgar y deja a su hijo, Santiago de Leñanza, proseguir al mando de la
serie. Hasta la fecha, han aparecido en mis obras cuatro generaciones de esta
familia y un miembro de la quinta asume la narración en la obra que estoy casi
acabando de escribir (volumen 28º).
Además de exponer los momentos principales de nuestra historia naval,
también intento dar a conocer el riquísimo lenguaje de la mar. No fue sencillo
encontrar el compromiso adecuado. Lo digo porque si narrara una maniobra a
bordo de cualquier buque con las palabras que se utilizaban en aquellos años,
sería imposible comprender un par de líneas, incluso para los actuales hombres
de mar. Por esta razón busco un equilibrio con algunas notas a pie de página y
explicaciones verbales de mis personajes. Otras quedan en el aire, pero se
pueden comprender y de esa forma la obra acaba por destilar un olorcillo a mar.
Parece mentira que sea tan desconocida nuestra parla marinera, que tanta
influencia ha supuesto en el lenguaje diario español. A través de la mar descubrimos,
conquistamos, poblamos y defendimos un extraordinario imperio ultramarino a lo
largo de tres siglos, imperio que perdimos en rápida sucesión cuando, tras la
Guerra de la Independencia, quedamos sin fuerzas navales. En España se creó la
primera escuela de mareantes con la Casa de la Contratación (1503) y el Colegio
de San Telmo, ambos en Sevilla. Y con nuestros libros aprendieron a navegar
casi todos los europeos en el siglo XVI. Por desgracia, llegaron después otras
naciones empeñadas en disminuir nuestra obra, rebautizando con nombres
ingleses, franceses u holandeses infinidad de accidentes geográficos
descubiertos por españoles.
Como norma general, intento que cada obra presente un 25% de episodios novelescos de mis personajes de
ficción, un 25% de historia narrada por ellos mismos y un 50% de historia
vivida en directo. En cuanto a temas generales he tocado hasta ahora la vida en
Galeras, el Gran Sitio de Gibraltar (1779-83), la piratería berberisca, la
Guerra a la Convención francesa, las acciones aliados con los franceses en los
años de Bonaparte que se remataron en Trafalgar, la mal llamada Guerra de la
Independencia, las independencias americanas, las Guerras Carlistas, Guerra de
la Cochinchina, Anexión y Guerra en Santo Domingo, Expedición de Castigo a
México aliados con Francia e Inglaterra, así como otros temas de interés.
Creo que con este resumen puedo ofrecer una idea general de los objetivos
que trato de cubrir con mi colección de novela histórica naval. El volumen 26º
ha sido el último publicado por editorial Noray, empresa que acaba de finalizar
su actividad, y se encuentra recién publicado el 27º por la editorial Good
Books, donde aparece el papel de la Armada en la desconocida Guerra de la
Cochinchina (1858). En estos momentos acometo el volumen 28º, en el que abordo
la Anexión y Guerra en Santo Domingo (1861). El objetivo total programado, incluida la Guerra Civil de 1936, cubrirá
un total de cincuenta ejemplares.
Luis Delgado Bañón